Situada en la parte oriental de Francia, Borgoña se extiende sobre una gran superficie. Con varios microclimas y tipos de suelo, cada uno de los cuales contribuye a los perfiles de sabor del vino. Distinguimos entre las siguientes zonas productoras de vino: Côte de Nuits, Côte de Beaune, Côte Chalonnaise, Mâconnais y, por supuesto, Chablis.

Côte de Nuits (Costa de Oro)

Situada en el corazón de Borgoña, en el departamento de Côte d'Or, la Côte de Nuits es una región legendaria considerada la región vinícola más prestigiosa del mundo. Esto se debe principalmente a sus excepcionales vinos tintos. La zona se extiende desde Dijon hasta la ciudad de Nuits-Saint-Georges y cuenta con algunos de los vinos más famosos del mundo. Por ejemplo, piense en Gevrey-Chambertin, Vosne-Romanée, Chambolle-Musigny y Nuits-Saint-Georges. Por supuesto, esta es también la zona de Grand Crus. Un total de 20 viñedos cuentan con esta clasificación. La Côte de Nuits es un lugar de peregrinación para los amantes de los finos vinos tintos de Borgoña.

Costa de Beaune (Costa de Oro)

La Côte de Beaune se encuentra en la parte sur de la Côte d'Or y es tan emblemática como la Côte de Nuits. Esta región es conocida mundialmente por sus excelentes vinos tintos y blancos. Pensemos en Puligny-Montrachet, Chassagne-Montrachet, Meursault, Volnay y Pommard. También hay varios viñedos en la Côte de Beaune que tienen clasificación Grand Cru. En total son 8, siendo los viñedos de Chassagne- y Puligny-Montrachet los más famosos.

Costa Chalonnaise (Saona y Loira)

La Côte Chalonnaise se encuentra al sur de la Côte de Beaune y al norte de Mâconnais. Es una región hermosa, pero menos conocida que otras zonas productoras de vino de Borgoña. Sin embargo, allí se producen vinos buenos y asequibles. Ejemplos son: Mercurey, Rully y Givry. Con sus encantadores pueblos, colinas y excelente terruño, la Côte Chalonnaise sigue siendo un destino que vale la pena explorar para los amantes del vino que buscan joyas escondidas en Borgoña.

Mâconnais (Saona y Loira)

Mâconnais, ubicada al sur de la Côte Chalonnaise, es una hermosa región vinícola de Borgoña que es mejor conocida por sus vinos blancos refinados y asequibles. El Mâconnais se extiende sobre un área con diversos terroirs que van desde la piedra caliza hasta la arcilla y los guijarros, lo que da como resultado una amplia gama de perfiles de sabor en los vinos. Ejemplos de vinos son: Pouilly-Fuissé, Saint-Véran y Viré-Clessé. Estos vinos suelen ser afrutados, vivaces y refrescantes. Vinos de todos los días, también por su precio.

Chablis (Yonne)

Finalmente hay Chablis. Una región del norte de Borgoña, conocida por sus vinos frescos, elegantes y minerales. Chablis es mundialmente famoso y con razón. Esta región vinícola única se distingue por sus suelos calcáreos, su clima fresco y su excelente terruño, lo que proporciona el entorno perfecto para la producción de vinos blancos vibrantes y expresivos. Chablis tiene 4 clasificaciones: Petit Chablis, Chablis (Village), Chablis Premier Cru y Chablis Grand Cru. No menos de 7 viñedos en Chablis son Grand Cru. Pensemos en Les Clos, Vaudésir y Blanchot. Chablis ofrece una expresión inconfundible de la delicadeza y el refinamiento borgoñones. Con la acidez típica.

Una de las características más importantes de Borgoña es su concepto. terroir, que hace referencia a la combinación única de suelo, clima y topografía de los viñedos que da a los vinos su sabor característico. Dentro de Borgoña hay varias regiones y cada una produce sus propios estilos de vino sutilmente diferentes.

El terroir único de Borgoña, término que se refiere a la combinación de suelo, clima y topografía que influye en las características de la región vinícola. En Borgoña, el terruño no es sólo un concepto, sino más bien un terreno sagrado al que los enólogos confían su pasión, su herencia y su artesanía. Borgoña se caracteriza por diversos tipos de suelo, que van desde la piedra caliza hasta la arcilla y el guijarro, a menudo en capas complejas que añaden diferentes matices a los vinos. Esta interacción de tipos de suelo se ve aún más refinada por un clima continental templado, en el que veranos cálidos y otoños frescos permiten que las uvas maduren conservando frescura y vitalidad. Los viñedos de Borgoña se extienden sobre una estrecha franja de tierra de norte a sur, entre las estribaciones de la cuenca parisina y las costas del Saona. Esta diversidad geográfica, junto con los microclimas únicos formados por los valles y laderas, contribuye a la complejidad e individualidad de los vinos que aquí se producen.

Algunos enólogos disfrutan del estatus de verdadero héroe. Son mundialmente famosos y sus vinos se venden antes de la cosecha de las uvas. El terruño descrito anteriormente juega un papel importante. Los enólogos entienden este concepto mejor que nadie y aprovechan esta diversidad para producir vinos de calidad distintiva. También siempre enfatizan la calidad sobre la cantidad. Están dispuestos a limitar los rendimientos para maximizar la concentración y complejidad de los vinos. Algunos enólogos son ahora mundialmente famosos y se pagan sumas astronómicas por sus vinos. Los restaurantes estrella quieren donarlos, los particulares los coleccionan y reciben altas ofertas en las subastas. Algunos enólogos de Borgoña de fama mundial:

• Georges Roumier
• Dominio de Romanée-Conti
• Dominio Leflaive
• François Raveneau
• Armando Rousseau
• Jacques-Frédéric Mugnier
• Vicente Dauvissat
• Dominio Leroy
• Domaine Coche-Dury

Vinos valiosos que están disponibles como máximo por asignación y en pequeñas cantidades. La demanda de estos vinos es alta. Tanto desde dentro del país (Francia) como desde el extranjero. Hay una demanda creciente de países como Japón y China. Por ello, los precios han aumentado considerablemente en los últimos años.

Tan compleja como es Borgoña en términos de denominaciones y climas, la región es igualmente simple cuando se trata de variedades de uva. En realidad, "sólo" se cultivan dos variedades: Chardonnay y Pinot Noir. Según muchos, en ningún lugar del mundo estas uvas prosperan tan bien como en Borgoña. En ningún otro lugar las uvas se expresan mejor.

Al Chardonnay le va muy bien en los suelos ricos en piedra caliza de Borgoña. Esta uva constituye la base de los famosos vinos blancos de la región, con sus característicos aromas de manzana verde, melocotón y una sutil mineralidad. Los vinos varían desde refrescantes y animados en los pueblos de Chablis hasta ricos y mantecosos en las zonas del sur, como Meursault.

Pinot Noir, la delicada uva tinta conocida por ser difícil de cultivar, encuentra un hogar ideal en Borgoña. Las condiciones climáticas frescas y los diversos terroirs crean vinos de extraordinaria complejidad y elegancia. La uva exhibe una variedad de aromas, que incluyen frutos rojos, fresas y notas terrosas como setas y suelo del bosque. Por Irancy en el Yonne, hasta Marsannay, en lo alto de la Côte de Nuits, hasta Santenay en el sur de la Costa de Beaune. Borgoña saca la versatilidad de esta uva.

Sin embargo, también hay algunas excepciones. El Sauvignon Blanc se cultiva en algunas denominaciones de origen y en el extremo sur de Borgoña vemos mucho Gamay. También se puede encontrar aligoté de vez en cuando. Pero sigue siendo relativamente raro. Los vinos más famosos (y más caros) todavía se elaboran con Chardonnay o Pinot Noir.